Este ritual ayuda a proteger el hogar donde vives, para que así puedas tener la seguridad que nada malo pueda ocurrir en el.
Materiales necesarios:
-Una rama de laurel
-Una piedra de sulfato de cobre azuli
-Cuatro vasos de agua mineral
Procedimiento:
Un jueves por la noche coloca los vasos de agua en cuatro extremos de la casa que representan los puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste). Seguidamente, coge la rama de laurel, mójala en el agua de los vasos y vete salpicando con ella todas las estancias de la casa, mientras repites:
“Por Terol, por Sanz, por Nemred, por todos los dioses del mundo de las aguas, con la intersección de las sílfides, con la fuerza de Monteri, con los beneplácitos de todos ellos, que todas las fuerzas benéficas del elemento primordial, me ayuden a purificar y proteger este mi hogar”
Repítelo durante tres jueves seguidos, día propicio para el elemento agua y, además, día del laurel entre los antiguos etruscos. El último jueves, coloca debajo de tu cama un cuenco pequeño lleno de agua y mete dentro el azuli. Déjalo allí hasta que la piedra se vuelva de color negro. Esto te indicará que habrá absorbido toda la negatividad de la casa